sábado, 25 de diciembre de 2010



El escenario para el Nacimiento del Niño Jesús está listo

T
al como nos lo propuso San Francisco de Asís, hace unos 800 años, hemos cumplido familiarmente con preparar un escenario adecuado para el Nacimiento de Jesús Niño. Se entiende que es una forma manifestación externa, sencilla y regionalizada; socialmente adecuada para prepararnos interiormente a lo fundamental: la encarnación del Hijo del Altísimo, quien nos trae una propuesta nueva de vida. Algunos pensarán que no tiene importancia hacerlo o no hacerlo, que lo importante es el corazón. Nosotros pensamos que es cierto, las obras sin fe no tienen tanto valor; sin embargo sí tienen gran importancia este tipo de "obras", son un esfuerzo por ir contracorriente en este mundo tan materializado y egoísta. Nos ayuda a encauzar el pensamiento y a compartir tantas cosas... Es como prepararnos, trabajando y pensando en lo que ha de venir, en el regalo celestial -adviento-.

Nuestro Nacimiento es de corte típico, tradicional, tratando de rememorar y conservar los aspectos fundamentales de los Nacimientos antiguos de Guatemala (con cielo, con valles y montañas regionales, con pastorcitos y figuras "ad hoc", con paisajes, entre otros), que se mantiene alejado de los hoy famosos nacimientos modernos (con mensajes sociales positivos, pero desarraigados de la época de Jesús). De esa cuenta hemos tratado de mantener los elementos mencionados, cada uno con amplio significado para nosotros. He aquí algunas de las vistas principales:

Esta es la Sagrada Familia (que acá tiene dos Niños por razones familiares). San José luce retocado porque presentaba algunos daños producto de la antigüedad y corría riesgos. Detalle importante: no lucen coronas, ni resplandores como señal de mayor acercamiento al ser humano. Ovejas, así como el buey y la mula, completan el cuadro.

En la siguiente imagen, destacamos otro aspecto del escenario:


El camino "de los Reyes magos" que se pueden obsevar, junto al río y delante de muchos pastores que les ganaron en la llegada... Hay una especie de doble presencial regia dado que el paisaje de fondo muestra a los Reyes magos, pero bueno, esas son coincidencias incidentales. En el Nacimiento tienen que ir los Magos para darle ese sentido especial sobre todo al mundo no judío, ya que ellos representan le Epifanía -abrirse al mundo-, de los que no somos judíos. Así que es impensable un Nacimiento cristiano-católico sin estos tres personajes.

Se pueden apreciar también otros ambientes tales como la imagen de San Francisco de Asís, que como ya se ha mencionado, fue el creador de los Naciminentos -primero en vivoy luego con figuras-, para tratar de conmemorar y celebrar la venida del Dios-Niño a la tierra. San Francisco fue precursos de muchas cosas interesantes al día de hoy -ecologista, pacifista, humanista, etc.-, lo cual le hace ganar un puesto distinguido en el ambiente de la Navidad.

En los Nacimientos antiguos, el cielo
siempre es especial y da un toque singuelar a los mismos. Las bombas, los ángeles, las luces, las nubes, entre otros, dan toque especial al espectáculo. Hoy muchas veces ya no se atiende este aspecto porque es un tanto difícil realizarlo; sin embargo en nuestro Nacimiento se hace un espacio para colocarlos ya que la celebración es señal de alianza y comunicación con el nivel superior, con el infinito y con el univeso, y eso representa el cielo. No es solamente un complemente, es la señal de inicio y llegada de la Buena Nueva, es el origen Alfa y el Omega, de la propuesta de una Nueva vida.










L
as figuras de animales, los pastores en diferentes tareas del campo y escenas de caminos, valles, barrancos, etc., son representadas con la mayor naturalidad posible. Tal vez para recordarnos que Jesús nació en la pobreza y que vino a hacer su propuesta a los más sencillos. El rememorar estos cuadros quiere ser una invitación a volver a la sencillez, a lo natural, a lo cotidiano, en una celebración que hemos desviado del objetivo, que se ha ido por el consumismo y que ha perdido su norte. La simpleza de cada una de las figuras y la sencillez de la elaboración nos recuerda que ahí está Jesús, en esos detalles y que la vida misma está hecha de esas cosas sencillas que el ser humano está olvidando. En esos detalles plasmados en el Nacimiento del Niño Dios está el llamado a una vida más sencilla, más humana, más llena de amor y paz.

Ese es nuestro principal mensaje y deseo al concluir esta obra: que la Navidad reine en los corazones humanos con su carga de amor y confianza en el ser humano, y que en el Nuevo año seamos mejores en todo sentido, pero especialmente en buscar el entendimiento y la paz entre los seres humanos, imagen y semejanza del Creador.


lunes, 6 de diciembre de 2010

¡Una nueva oportunidad!

Así es. Tenemos una nueva oportunidad de conmemorar y de celebrar el Nacimiento del Niño Dios hecho hombre para mostrar el camino a los seres humanos. Es el tiempo mejor, el tiempo para meditar, el tiempo para esperar,... el tiempo para preparar nuestro Nacimiento en casa que le dé al Niño Dios la bienvenida este 24 de diciembre a la media noche.

Los pasos iniciales han sido: haber colocado el paisaje del fondo que en esta ocasión rememora la visita de los Reyes Magos o Magos de Oriente. Y luego hemos iniciado la colocación del cielo (con sus nubes y lucecitas), tal como se puede ver en las siguientes fotos.

















De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: (1) El paisaje de frente; (2) Las mantas del cielo y la estructura con nubes y luces; (3) Otra vista de la estructura de cortinas y nubes; (4) Una esquina entre paisaje y cielo lateral.

Casi una semana después está listo el cielo con elementos tales como: ángeles, bombas de variados estilos y colores -desde unas muy antiguas hasta diseños modernos- y lucecitas blancas y de colores. He aquí varias vistas del cielo finalizado.